Las cosas que te emocionan

A veces, en la vida, nos encontramos aferrados a situaciones, personas o trabajos que ya no nos sirven. Es casi instintivo, como si sostener algo con fuerza pudiera preservar su valor o significado. Sin embargo, este apego puede convertirse en una carga, como si estuviéramos sosteniendo un vaso de agua durante horas. Al principio, no parece gran cosa, pero con el tiempo, el peso se vuelve insoportable. Esta metáfora, del psicólogo británico Jeremy Dean, ilustra que no es el peso del vaso lo que importa, sino cuánto tiempo lo sostenemos. Cuanto más nos aferramos, más nos agota, más nos duele, y más nos consume.

El trabajo y el amor son dos áreas donde este peso se siente con especial intensidad. Un trabajo que ya no nos inspira o una relación que, en lugar de brindarnos paz, nos genera intranquilidad y dudas, puede agotarnos emocionalmente, drenando nuestra energía y motivación. A veces, el miedo a salir de lo conocido nos lleva a quedarnos en lugares que ya no nos benefician, privándonos así de la posibilidad de algo mejor. Debemos recordar que el dinero puede ir y venir, pero la vida no; el tiempo es demasiado valioso para pasarlo con alguien que ya cumplió su propósito en nuestras vidas. Al soltar, creamos un espacio que el universo llenará con nuevas oportunidades y experiencias que estén alineadas con quienes somos en este momento.

“Las cosas que te emocionan no son aleatorias. Están conectadas con tu propósito. Síguelas.” Así que, cuando te enfrentes con la decisión de dejar ir, recuerda que es un paso hacia algo mejor. Sigue lo que te hace vibrar, lo que llena tu vida de significado, y confía en que, al soltar, estás haciendo espacio para que lo mejor llegue a ti.

La intuición, según Jung

“La intuición es la inteligencia del inconsciente.” Carl Jung.

Para Jung, la intuición era una función mental muy importante que nos podía ayudar a las personas a comprender el mundo y a nosotras mismas de una manera más profunda y significativa.

Carl Jung, psiquiatra y psicólogo suizo, habló mucho sobre la intuición en su trabajo. Él creía que la intuición es una función mental que nos permite captar información de manera inconsciente. 

La definía como “una percepción inconsciente que penetra el objeto, sin analizarlo ni racionalizarlo”. Según Jung, la intuición es una forma de conocimiento que no está basada en la razón o la lógica, sino en la experiencia y la percepción directa.

Además, nos enseñó que la intuición era indispensable en el proceso de individuación, que es el proceso de desarrollo personal y espiritual que nos lleva a la realización del ser interior. 

Decía que al desarrollar la intuición, las personas podríamos conectarnos con nuestro YO interior y con la sabiduría universal que existe en el inconsciente colectivo.

Memento mori, filosofía estoica

El estoicismo es una filosofía antigua que ha ganado muchos seguidores en la era actual. Una de las enseñanzas centrales del estoicismo es “Memento mori”, que significa “recuerda que morirás”. Esta es una idea cuya intención es recordarnos que la vida es efímera y que tarde o temprano llegará a su final. Por lo que nos recuerda la importancia de vivir cada día como si fuera el último.

Para los estoicos, la muerte no era algo a lo cual temer, sino simplemente una parte natural del ciclo de la vida, que de hecho ayuda a darle sentido a la vida misma.

En lugar de preocuparnos por el futuro o lamentarnos por el pasado, memento mori nos recuerda que hay que vivir en el presente y hacer lo mejor que podamos con el tiempo que tenemos. 

Esta idea puede ser especialmente poderosa cuando nos enfrentemos a momentos difíciles o inciertos.

En lugar de temer a la muerte, o generar un rechazo hacia ella, es mejor aceptarla como una parte natural de la vida. Así podremos ser conscientes del momento, de convivir verdaderamente con las personas que amamos, de aprovechar el tiempo que tenemos, de fluir con el presente y dejar ir el pasado.

La vida se sostiene con la muerte.